A todos mis amigos y partidarios:
Mi amigo, el español Pedro Varela, ha sido enviado a una prisión para comenzar a cumplir una sentencia de un año y tres meses por la difusión de “material políticamente Incorrecto”.
El Sr. Varela es el propietario de la librería Europa de Barcelona y fue acusado de difundir libros que se atreven a tener opiniones que entran en conflicto con la ortodoxia de los medios de comunicación.
Se ha atrevido a publicar libros de historiadores, educadores, figuras políticas y otros que son controlados por medios como la televisión, el cine, la prensa,las revistas y la edición de libros. Esos mismos medios son los mismos que a menudo promueven la violencia, el abuso de drogas y alcohol, la destrucción del pueblo palestino y las guerras que han sacudido el mundo y asesinado a millones de inocentes, pero no pueden soportar la libertad de un hombre que tiene una librería pequeña y que publica unos pocos miles de ejemplares de libros políticamente incorrectos, así que envían a la policía para encarcelarle por tener el valor de actuar según su conciencia.
Pedro Varela ha sufrido durante años bajo un proceso judicial después de otro. Su librería ha sido destruida por las turbas extremistas de izquierdas y anarquistas y él y sus clientes han sido atacados físicamente. Yo estuve allí personalmente para una conferencia cuando ocurrió.
Todo esto porque ha publicado libros de intelectuales con preguntas sobre aspectos de la Segunda Guerra Mundial y sobre un acontecimiento intocable: el llamado “Holocausto”. El presidente iraní Ahmadinejad lo señaló acertadamente: "En occidente se puede cuestionar a Dios, a todos los acontecimientos históricos, pero ni siquiera se puede hacer una solo pregunta acerca del "El Holocausto ", no se puede cuestionar de ninguna manera y si alguien tiene el más mínimo desacuerdo sobre cualquier aspecto de la historia oficial de ese tema en concreto puede hacer frente a varios años de prisión.
Como el Sr. Varela señaló, las leyes en la Europa de hoy son en realidad más draconianas que las de la Inquisición en la Edad Media. En esa época, por lo menos, la Iglesia hizo una lista de libros prohibidos por lo que la ley era clara. Hoy en día, uno publica un libro y luego se entera de que de alguna manera ha ofendido a los “maestros de la época moderna” y sus normas caprichosas y se encuentra encarcelado por el simple hecho de dar su opinión o simplemente publicar la opinión de los demás.
Se esté de acuerdo o no con las opiniones del Sr. Varela o en las opiniones expresadas en los libros que él publicó, todos los que creen en el derecho humano fundamental a la libertad de expresión y al de pensamiento, deben protestar por el encarcelamiento de este hombre, por el secuestro de su trabajo y por hacer que todas las opiniones disidentes sean oídas y publicadas.
Si un activista chino encarcelado por defender la libertad de expresión ha ganado un Premio Nobel, ¿Por qué no reconocer que Pedro Varela ha luchado y se sacrificado por la misma causa? ¡Qué hipocresía la de Occidente cuando critica a China e Irán por su supresión de libertades cuando hay decenas de europeos encarcelados por haber opinado de una forma diferente acerca de acontecimientos históricos que sucedieron hace más de 65 años!
Se esté de acuerdo o no con lo que dicen los medios, son las creencias de Pedro Varela, el encarcelamiento de este valiente, pacífico, amable y decente activista las que demuestran que la libertad de expresión es un crimen todavía.
Aquellos que encarcelan a un hombre por expresar sus opiniones políticas e históricas son los verdaderos criminales, ellos son los culpables de la violación de los derechos humanos y, de hecho, son ellos los que deben ser enviados a la cárcel en una sociedad verdaderamente libre, no Pedro Varela!
Insto a todos los verdaderos amigos de la libertad, y todos aquellos que se oponen a la tiranía, la intolerancia y la violación de los derechos humanos que protesten por el encarcelamiento de Pedro Varela!
Espero que cada persona que lea esto dedique un momento ahora mismo para escribirle una carta a fin de fortalecer su ánimo, porque aún estando entre rejas y enfrentándose a mil dificultades debe saber que todos nosotros le respetamos y apreciamos. Él es un hombre de verdad, un hombre valiente, un hombre de principios, a diferencia de los que le han encerrado violando el más elemental de los derechos humanos!
Atentamente,
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